Es un método seguro, ambulatorio y recomendado por la OMS para interrumpir un embarazo o para el manejo de un aborto incompleto.
Consiste en tomar dos medicamentos que actúan de forma conjunta para vaciar el útero de manera eficaz y cuidadosa. Posee una eficacia del 95%.
¿Qué es el tratamiento de mifepristona y misoprostol?


Mifepristona: se toma primero. Bloquea la hormona del embarazo (progesterona) y prepara el útero.
Misoprostol: se usa 24 a 48 horas después. Provoca contracciones que ayudan a expulsar el contenido uterino.
¿Cómo actúan los medicamentos?
La mifepristona se toma por vía oral (una dosis única).
El misoprostol puede colocarse debajo de la lengua, en la mejilla o dentro de la vagina, según la indicación del equipo de salud.
¿Cómo se administran?


Pueden aparecer:
Cólicos similares o más intensos que los menstruales.
Sangrado vaginal (a veces abundante al inicio).
Náuseas, fiebre leve, escalofríos o diarrea.
Son efectos esperados y suelen mejorar en las horas siguientes.
¿Qué se siente?
Descansar el día del tratamiento.
Controlar la cantidad de sangrado y acudir al centro de salud si aparece alguna pauta de alarma.
Realizar control médico o ecográfico dentro de los 7 a 14 días para confirmar que el útero está vacío
¿Qué hacer después?


Sí. Cuando se hace con acompañamiento médico y siguiendo las dosis recomendadas, es un procedimiento seguro y eficaz.
El riesgo de complicaciones graves es muy bajo.
¿Es seguro?
El sangrado puede continuar varios días.
La menstruación suele volver entre 4 y 6 semanas.
La fertilidad se recupera pronto, por lo que es importante conversar sobre anticoncepción si lo deseás.
¿Qué pasa después del tratamiento?


Debe realizarse con orientación y acompañamiento de un equipo de salud, que pueda brindarte información, seguimiento y contención durante todo el proceso.
